Cómo redactar contratos comerciales en México: cláusulas clave

Actualizado Dec 10, 2025
  • Un contrato comercial en México debe identificar claramente a las partes, el objeto, el precio, las obligaciones y la forma de solución de controversias para ser útil y exigible.
  • Las cláusulas de precio, pago, intereses moratorios y penalizaciones necesitan cifras, fechas y fórmulas precisas, no solo "de buena fe" o "según se acuerde".
  • La confidencialidad y la protección de datos personales deben alinearse con la Ley Federal de Protección de Datos Personales; las cláusulas de no competencia tienen límites en México.
  • Elegir jurisdicción, mediación, arbitraje y ley aplicable desde el inicio reduce mucho el riesgo y el costo de futuros conflictos comerciales.
  • Es recomendable revisar o renegociar contratos cuando cambian precios, plazos, volúmenes, leyes aplicables o cuando surgen conflictos repetidos.
  • Un abogado comercial puede transformar una plantilla genérica en un instrumento adaptado a tu negocio, reduciendo riesgos y costos de litigio a futuro.

¿Por qué importan tanto las cláusulas en los contratos comerciales de pymes y freelancers en México?

Para la mayoría de las pymes y freelancers en México, el contrato comercial es la "regla de juego" que define cómo se gana o se pierde dinero, tiempo y reputación. La búsqueda típica aquí es de tipo Conocer + Hacer: entender qué cláusulas son clave y cómo redactarlas de forma práctica para usar contratos mejor que las plantillas genéricas de internet.

Este contenido está pensado principalmente para B2B: dueños de pequeñas y medianas empresas, directores comerciales, emprendedores y freelancers que venden a empresas, y que necesitan contratos claros para vender productos o servicios dentro de México.

¿Cuáles son los elementos mínimos de un contrato mercantil válido en México?

Un contrato mercantil válido en México requiere acuerdo de voluntades, objeto lícito y posible, capacidad de las partes y, cuando la ley lo exige, una forma determinada (por escrito, electrónica, etc.). El Código de Comercio remite supletoriamente al Código Civil Federal para estos elementos básicos.

Además de esos elementos jurídicos, un contrato comercial útil para una pyme debe contener, como mínimo, datos completos de las partes, descripción detallada del producto o servicio, precio, forma de pago, plazos, garantías y cómo se resolverán los conflictos.

Elementos legales básicos

En términos generales, tu contrato debe cuidar:

  • Consentimiento: Que ambas partes acepten libremente las condiciones, sin engaño o coacción.
  • Objeto: Lo que se vende o presta debe ser lícito, posible y estar suficientemente determinado (por ejemplo, volumen de mercancías, alcance del servicio, entregables).
  • Capacidad: Las personas físicas deben ser mayores de edad y las personas morales deben estar debidamente representadas (apoderados, administradores, etc.).
  • Forma: Aunque muchos contratos mercantiles pueden ser verbales, en la práctica es esencial que sean por escrito (en papel o por medios electrónicos) para poder probar lo acordado.

Información mínima de las partes y del negocio

En la sección inicial del contrato procura incluir:

  • Datos de las partes: razón social o nombre completo, RFC, domicilio, representante legal y facultades (por ejemplo, con base en poder notarial).
  • Antecedentes o "Considerandos": breve contexto de la relación comercial (qué hace cada parte, propósito del contrato).
  • Objeto del contrato: descripción específica de los bienes o servicios, volúmenes mínimos, estándares de calidad, entregables, alcances y exclusiones.
  • Vigencia: fecha de inicio, duración, si se renueva automáticamente y cómo puede darse por terminado.

Checklist rápido de un contrato mercantil básico

  1. Identificación completa de las partes y representantes.
  2. Objeto claramente definido (qué, cómo, dónde, para qué).
  3. Precio y forma de pago.
  4. Plazos de entrega o ejecución.
  5. Responsabilidades y obligaciones de cada parte.
  6. Garantías, soporte y servicio postventa (si aplica).
  7. Confidencialidad y manejo de datos personales (si aplica).
  8. Propiedad intelectual (si hay diseños, software, marcas, etc.).
  9. Jurisdicción, mediación/arbitraje y ley aplicable.
  10. Firmas y, en su caso, anexos (cotizaciones, especificaciones técnicas, cronogramas).

¿Cómo redactar cláusulas de precio, plazos de pago, penalizaciones y moras?

Las cláusulas económicas son el corazón de cualquier contrato comercial: definen cuándo cobras, cómo cobras y qué ocurre si no te pagan a tiempo. Deben ser numéricas y operativas, con fechas, porcentajes y mecanismos claros, evitando frases ambiguas como "en un plazo razonable".

Mientras más concreto esté el esquema de precios y pagos, menos espacio habrá para discusiones posteriores con tu cliente o proveedor.

Precio y estructura de cobro

Define siempre:

  • Moneda: pesos mexicanos o divisa extranjera; si usas dólares, precisa si el pago se hará en su equivalente en MXN y con qué tipo de cambio.
  • Base de precios: precio por unidad, por hora, por proyecto, tarifa fija mensual, etc.
  • Ajustes de precio: si podrán actualizarse por inflación (por ejemplo, INPC), por cambios en costos de insumos o por revisiones anuales.
  • Impuestos: especifica si el precio incluye o no IVA y cualquier otro impuesto aplicable.

Ejemplo práctico de redacción (adaptable): "El precio total del servicio será de $50,000.00 MXN más el IVA correspondiente, pagadero en dos exhibiciones iguales de $25,000.00 MXN cada una".

Plazos y condiciones de pago

Para plazos de pago, procura indicar:

  • Días de crédito: por ejemplo, 15, 30 o 60 días posteriores a la fecha de la factura.
  • Punto de partida: si cuenta desde la emisión de la factura, la entrega del producto, la aceptación del servicio o la recepción del CFDI.
  • Condiciones previas: por ejemplo, entrega de reportes, aceptación por escrito, firma de actas de entrega-recepción.
  • Medio de pago: transferencia bancaria a cuenta específica, cheque, SPEI, etc.

Intereses moratorios y penalizaciones

Para proteger tu flujo de efectivo, incluye:

  • Interés moratorio: una tasa clara (por ejemplo, "X% mensual sobre saldos vencidos") dentro de lo permitido legalmente y sin caer en usura.
  • Penalización fija: por cancelación unilateral, retrasos en la entrega de información por parte del cliente, o por incumplimientos específicos.
  • Cláusula de compensación: posibilidad de compensar adeudos recíprocos entre cliente y proveedor cuando existan.

Ejemplo práctico: "En caso de retraso en el pago, el Cliente pagará intereses moratorios a una tasa del 3% (tres por ciento) mensual, calculados sobre el saldo insoluto y devengados por día natural transcurrido".

Qué evitar en las cláusulas económicas

  • No dejes referencias genéricas a "la lista de precios vigente" sin anexarla o indicar dónde y cómo se actualiza.
  • No mezcles condiciones distintas (anticipo, pagos contra entrega, crédito) sin un calendario claro.
  • Evita penalizaciones desproporcionadas que puedan ser consideradas abusivas y luego impugnadas.

¿Cómo regular confidencialidad, no competencia y protección de datos personales?

Las pymes y freelancers que prestan servicios profesionales, tecnológicos, de marketing o consultoría suelen manejar información sensible de sus clientes. Un buen contrato debe incorporar cláusulas de confidencialidad y protección de datos alineadas con la legislación mexicana, y, cuando proceda, restricciones razonables de no competencia.

En México, la confidencialidad y la protección de datos personales se apoyan en la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, así como en los principios generales de responsabilidad civil y competencia económica.

Cláusula de confidencialidad

Una buena cláusula de confidencialidad debe definir:

  • Qué es información confidencial: datos técnicos, financieros, comerciales, estrategias, listas de clientes, know-how, etc.; incluye información en formato oral, escrito o electrónico.
  • Obligaciones de cada parte: no divulgar a terceros, usar la información solo para cumplir el contrato, protegerla con medidas razonables de seguridad.
  • Excepciones: información que ya era pública, que se conocía de forma legítima antes del contrato, o que deba divulgarse por mandato legal o judicial.
  • Plazo: por cuánto tiempo se mantiene la obligación de confidencialidad después de terminar el contrato (por ejemplo, 2 a 5 años).

No competencia y no solicitación de personal o clientes

En México, las cláusulas de no competencia deben ser cuidadosas porque la Constitución protege la libertad de trabajo. Lo que suele ser más defendible es prohibir el uso indebido de información confidencial y pactar restricciones razonables en tiempo y territorio.

  • No competencia razonable: por ejemplo, que un distribuidor no compita directamente con el producto del proveedor en una región concreta durante la vigencia del contrato y cierto tiempo limitado posterior.
  • No solicitación: prohibir que una parte contrate directamente al personal clave de la otra o que trate de llevarse a clientes clave usando información privilegiada.
  • Proporcionalidad: evita prohibiciones absolutas ("no podrás trabajar en este sector en ningún lugar del país durante 10 años"), que son más vulnerables jurídicamente.

Protección de datos personales

Si en la relación comercial se recaban o tratan datos personales (por ejemplo, datos de empleados, clientes finales o usuarios), el contrato debe:

  • Definir quién es responsable y quién es encargado del tratamiento de datos, conforme a la LFPDPPP.
  • Exigir que se cumpla con el aviso de privacidad y con los principios de licitud, consentimiento, información, calidad, finalidad, lealtad, proporcionalidad y responsabilidad.
  • Establecer medidas de seguridad técnicas, administrativas y físicas para proteger los datos.
  • Regular la transferencia de datos: a quién pueden comunicarse y con qué base legal.

Cuando se comparten bases de datos, es recomendable anexar un "acuerdo de encargado de tratamiento" que detalle estas obligaciones.

¿Qué cláusulas de jurisdicción, mediación, arbitraje y ley aplicable conviene incluir?

Las cláusulas de jurisdicción y métodos de solución de controversias determinan quién decidirá en caso de conflicto, dónde y con qué reglas. Definirlo desde el contrato suele ahorrar tiempo, dinero y desgaste cuando surge un problema real.

En México, el Código de Comercio reconoce el arbitraje comercial y es posible pactar tanto mediación como jurisdicción específica, siempre que no se violen normas de orden público.

Jurisdicción y competencia

La cláusula de jurisdicción indica qué tribunales conocerán de los conflictos derivados del contrato.

  • Para contratos entre empresas mexicanas, se suele pactar una ciudad o estado concreto (por ejemplo, "tribunales competentes de la Ciudad de México").
  • En contratos con componente internacional, es posible elegir tribunales mexicanos o extranjeros, pero se recomienda asesoría especializada.
  • Incluye si la jurisdicción será exclusiva (solo esos tribunales) o si es una prórroga no exclusiva.

Mediación y negociación escalonada

Una práctica útil es incluir cláusulas escalonadas de solución de controversias, por ejemplo:

  1. Negociación directa entre representantes designados de cada parte por un plazo fijo (por ejemplo, 15 días hábiles).
  2. Mediación o conciliación ante un centro reconocido (por ejemplo, un centro de mediación privado o institucional).
  3. Si no hay acuerdo, pasar a arbitraje o juicio ordinario.

Estas etapas iniciales suelen ser menos costosas y mantienen abiertas las relaciones comerciales.

Arbitraje comercial

El arbitraje es un método privado de solución de controversias donde un árbitro (o panel) decide en lugar de un juez. En contratos B2B medianos o grandes, puede ser muy útil por su confidencialidad y especialización.

  • Incluye la institución arbitral (si será administrado o ad hoc), la ciudad sede y el idioma.
  • Define si el laudo arbitral será definitivo y vinculante (normalmente sí) y cómo se ejecutará.
  • Considera que el arbitraje suele ser más caro al inicio, pero en muchos casos más rápido y predecible que un litigio largo.

Ley aplicable

En contratos nacionales entre empresas mexicanas, lo usual es indicar que el contrato se regirá por las leyes federales mexicanas y, en su caso, por las leyes de una entidad federativa determinada. Esta cláusula ayuda a evitar dudas cuando haya elementos en distintos estados de la República o componentes internacionales.

¿Cuándo revisar o renegociar un contrato y cómo puede apoyar un abogado?

Los contratos no son documentos "para guardar en un cajón": deben revisarse y actualizarse cuando el negocio cambia. Revisar a tiempo permite renegociar antes de que un problema se convierta en litigio.

Un abogado comercial puede ayudarte a mapear riesgos, actualizar cláusulas y negociar mejores términos con tus clientes o proveedores clave.

Momentos clave para revisar un contrato

  • Antes de renovar: si el contrato se renueva automáticamente, conviene revisarlo al menos 30 a 60 días antes de la fecha de renovación.
  • Cambios de precios o costos: cuando la inflación o los costos de insumos aumentan, debes ajustar precios y condiciones de pago.
  • Cambios operativos: nuevos procesos, plataformas, servicios o territorios de operación.
  • Reiteración de conflictos: si el mismo tipo de problema se repite (retrasos, quejas, falta de claridad), la causa puede ser el contrato mismo.
  • Cambios legales o regulatorios: por ejemplo, reformas en materia fiscal, de datos personales o de comercio electrónico.

Cómo te apoya un abogado en la revisión y negociación

Un abogado con experiencia en contratos comerciales puede:

  • Realizar una auditoría de contratos para detectar cláusulas riesgosas, vacíos o contradicciones.
  • Traducir tus acuerdos comerciales cotidianos en redacción clara y exigible (evitar tecnicismos incomprensibles para tu equipo).
  • Diseñar modelos de contrato adaptados a tu giro: distribución, franquicia, servicios profesionales, software, logística, manufactura, etc.
  • Negociar o acompañarte en la negociación de cláusulas sensibles (precio, exclusividad, no competencia, limitación de responsabilidad).
  • Preparar addendas o convenios modificatorios para ajustar condiciones sin rehacer todo el contrato.

Muchas veces, el costo de una buena revisión (por ejemplo, desde unos $5,000 a $25,000 MXN en contratos estándar, variando según complejidad y despacho) se justifica con creces si evita un conflicto o una pérdida mucho mayor.

¿Qué errores y mitos son frecuentes sobre contratos comerciales en México?

Varios problemas comunes de pymes y freelancers mexicanos provienen de creencias equivocadas sobre los contratos. Identificarlos ayuda a corregirlos antes de que causen daños.

Error 1: "Una plantilla de internet es suficiente"

Las plantillas genéricas suelen estar basadas en otras jurisdicciones, no contemplan impuestos ni regulaciones mexicanas, y omiten cláusulas clave de tu modelo de negocio. Además, muchas no toman en cuenta tus procesos específicos, lo que genera contradicciones entre lo que "dice" el papel y lo que haces en la realidad.

Error 2: "Si no hay firma autógrafa, no vale"

Hoy en día, los contratos electrónicos y el uso de firmas electrónicas avanzadas o incluso correos de aceptación pueden tener validez jurídica cuando se cumplen ciertos requisitos. Lo importante es poder demostrar el consentimiento y la integridad del contenido, no solo la tinta en papel.

Error 3: "Si no leí las letras chiquitas, no me aplican"

En contratos entre empresas, lo que se firma aplica, aunque no se haya leído con detenimiento. Es responsabilidad de cada parte revisar lo que está aceptando. Por eso, es tan importante invertir tiempo y, si es posible, asesoría legal antes de firmar, especialmente en contratos marco o de larga duración.

Preguntas frecuentes sobre redacción de contratos comerciales en México

¿Un contrato mercantil necesita registro ante alguna autoridad?

La mayoría de los contratos mercantiles entre particulares no requieren registro para ser válidos; basta que cumplan con los elementos legales y estén firmados por quienes tienen facultades. Existen excepciones especiales (por ejemplo, franquicias con ciertos requisitos de información, o contratos vinculados a garantías reales) que sí pueden requerir formalidades adicionales.

¿Es obligatorio elaborar el contrato con un notario?

No en la mayoría de los contratos comerciales. El notario suele intervenir cuando hay transmisión de inmuebles, constitución de garantías específicas o cuando se desea que el contrato conste en escritura pública para mayor fuerza probatoria. Para muchos contratos de servicios, suministro o distribución, basta un contrato privado bien redactado.

¿Qué pasa si mi cliente extranjero quiere que se aplique la ley de su país?

Es posible pactar la aplicación de leyes extranjeras en contratos internacionales, pero eso implica efectos prácticos importantes (tipo de tribunales o arbitraje, idioma, costos de abogados en el extranjero). Antes de aceptar, conviene que un abogado revise el impacto y, si es posible, negociar alguna combinación (por ejemplo, ley extranjera pero arbitraje en México, o viceversa).

¿Puedo usar el mismo contrato para todos mis clientes?

Es recomendable tener un modelo estándar base para agilizar el trabajo, pero siempre debe ajustarse según el tipo de servicio, el monto, el riesgo, la duración y la contraparte. Un buen enfoque es diseñar 2 o 3 plantillas tipo (por ejemplo, ticket bajo, medio y alto) y hacer ajustes específicos en cada operación relevante.

¿Es necesario anexar cotizaciones o propuestas al contrato?

Sí es muy recomendable. Incluir como anexos las cotizaciones, alcances detallados, cronogramas, especificaciones técnicas o niveles de servicio (SLA) ayuda a que no haya dudas sobre lo contratado. Lo ideal es que el contrato mencione expresamente esos anexos y señale que forman parte integral del acuerdo.

¿Cuándo contratar un abogado para redactar o revisar tu contrato comercial?

Es especialmente recomendable buscar asesoría de un abogado cuando:

  • El contrato involucra montos relevantes para tu negocio (por ejemplo, más del 10% de tus ventas anuales).
  • Se trata de una relación estratégica a largo plazo (un gran cliente, un distribuidor exclusivo, un aliado tecnológico clave).
  • Tu contraparte te envía su propio contrato y notas que está claramente "cargado" a su favor o incluye conceptos que no comprendes.
  • Hay componentes internacionales, propiedad intelectual relevante, datos personales sensibles o cláusulas de exclusividad y no competencia.
  • Has tenido problemas previos de cobros, incumplimientos o malentendidos con otros clientes o proveedores.

Un abogado no solo "corrige comas"; su valor está en anticipar escenarios de conflicto, equilibrar riesgos y traducir tu realidad comercial en cláusulas claras, exigibles y alineadas con la ley mexicana.

Próximos pasos para formalizar tus contratos comerciales

Si quieres pasar de contratos incompletos o plantillas copiadas a instrumentos sólidos y prácticos, puedes seguir estos pasos:

  1. Haz un inventario de los contratos que usas hoy: servicios, proveedores, distribuidores, socios comerciales, etc.
  2. Identifica riesgos recurrentes: facturas sin pago, cambios de alcance no documentados, retrasos en entregas, discusión sobre responsabilidades.
  3. Define 2 o 3 modelos base de contrato que necesitas (por ejemplo, servicios profesionales, suministro de bienes, tecnología/software).
  4. Reúne la información clave que debe aparecer siempre: datos de tu empresa, forma de trabajo, políticas de pago, niveles de servicio, manejo de datos personales.
  5. Consulta a un abogado comercial para:
    • Revisar y ajustar las plantillas a la legislación mexicana y a tu giro específico.
    • Diseñar cláusulas claras de precio, pago, confidencialidad, datos personales y solución de controversias.
  6. Capacita a tu equipo comercial para que entienda los puntos no negociables del contrato y los comunique correctamente a los clientes.
  7. Actualiza periódicamente tus contratos (por ejemplo, cada 12 o 24 meses) o cuando haya cambios significativos en tu negocio o en la ley.

Si estás listo para mejorar tus contratos comerciales, puedes usar una plataforma como Lawzana para encontrar abogados especializados en contratos y litigio mercantil en México, comparar perfiles y agendar una consulta que se ajuste a las necesidades de tu empresa o proyecto.

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